Llevamos unos días hablándoos de odonatos, pero aún falta nos falta comentar un eslabón en el ciclo de vida: SU REPRODUCCIÓN,
¿Cómo se reproducen las libélulas y los caballitos del diablo?
Antes de la cópula, los adultos deben reconocerse y asegurarse de que el individuo con el que pretenden copular es de la misma especie y del sexo opuesto. Algunas especies se guían por la cantidad de luz que dejan pasar las alas, otras se guían por los patrones en el vuelo
¿Cómo copulan?
Primero, el macho agarra a la hembra por el “cuello” (libélulas) o por el tórax (caballitos del diablo) con sus apéndices anales, una técnica un tanto violenta. Este agarre, encaja como un puzzle, y es diferente en cada especie.
Después, comienza un acrobático vuelo en tándem.
Tras este, el macho vierte su eperma en una estructura que se encuentra en la cara ventral (debajo) del comienzo de su abdomen (el abdomen comienza después de las alas), llamada genitalia secundaria. Es decir, no hay contacto directo entre la genitalia de la hembra y la del macho.
Ahora ya puede comenzar la cópula… Para ello, la hembra lleva su genitalia (al final de su abdomen) hacia la genitalia secundaria del macho (fertiliza los huevos), como en la Imagen 1 y el vídeo 1 y 2. Esto puede ocurrir posados sobre alguna rama (caballitos del diablo) o mientras vuelan (libélulas).
Ahora llega el momento de la ovoposición, donde la hembra deposita los huevos. Esto puede ocurrir en tándem, o con la hembra libre del macho. También es variable dónde los deposita, pues puede “bucear” para ovopositar dentro del agua, puede incrustar los huevos en un tallo, o fuera del agua, como la libélula del vídeo 3.
¿Cómo nacen las ninfas?
Los huevos, tras dos (caballitos del diablo) o cuatro (libélulas) semanas (a no ser que los huevos entren en diapausa) eclosionan, y tras un breve estadio de prolarva, la terrorífica ninfa acuática ya está lista para crecer y continuar el ciclo vital.
VADEANDO 